estudiante de la escuela profesional ciencias de la comunicacion de la universidad nacional del altiplano- PUNO.
El documento de Santo Domingo nos presenta la situación de la juventud del continente latinoamericano de la siguiente manera: “Muchos jóvenes son víctimas del empobrecimiento y de la marginación social, de la falta de empleo, de una educación que no responde a las exigencias de la vida, del narcotráfico, de la guerrilla, de las pandillas, de la prostitución, del alcoholismo, de abusos sexuales”. Muchos jóvenes viven adormecidos por la propaganda de los medios de comunicación social y además por imposiciones culturales y por el progmatismo inmediatista que ha generado nuevos problemas en la moderación efectiva de los adolescentes y jóvenes.
Esta nueva visión del mundo de hoy, que quiere imponer el imperio del “Yo soy por lo que tengo”, tener poder, saber, aspiraciones, progreso, son dimensiones del ser persona; pero el ser persona trasciende de todo esto, ya que eso es relativo y el hombre y la mujer tiendan a lo absoluto. A veces creemos que la codicia se refiere solo a dinero, tener cosas, pero en muchos corazones hay almacenes de codicias de sexo, de admiración, de prestigio, de ser mayor, ser mejor que el otro u otra, tener conocimientos, que lo prefieran. Esto va creando en nosotros y nosotras un mundo de competencia de consumo, de insatisfacción, de inmoralidad y de corrupción.
La juventud de hoy debe hacer un alto y reflexionar. Adoptar una actitud más agresiva y a ponerse a que lo estén usando como objetos y alienándose con modas, propagandas baratas de consumo, que manipulan y crean necesidades artificiales, cuando no decide con equilibrio que es lo mejor para él o ella. La juventud de hoy no puede ni debe ser pájaro encerrado en una jaula sin esfuerzo, sin ilusiones, sin expectativas, tiene que abrir sus alas y volar, en un cielo limpio y lleno de esperanza.
La Juventud tiene derecho a una sociedad mejor:
La etapa de la juventud está cargada de interrogantes vitales y presenta el desafío de tener un proyecto de vida, personal y comunitaria. Un proyecto que dé sentido a su vida; que no la deje caer en un valor existencial, sino que le permita lograr a plenitud su realización como persona. La juventud cuestiona todo, tiene un espíritu de riesgo, de valentía y una capacidad creativa para responder a los cambios y exigencias del mundo en que vive.
Ella aspira a mejorar siempre como signo de esperanza, gozo y felicidad. Además, es muy sensible a los problemas sociales y exige autenticidad y veracidad. Rechaza con rebeldía una sociedad invadida por la hipocresía y los antivalores. Pero con sentimientos de dolor, podemos afirmar que nuestra sociedad actual está muy lejos de ser la sociedad en que tienen derecho a vivir él y la joven de hoy. Actualmente, son muchos los y las jóvenes que son víctima de:
· Un empobrecimiento y marginación social producto de la gran injusticia social. Un rechazo ante sus conductas, motivadas quizás por los traumas psicológicos de ser hijos e hijas cínicos, mimados, consentidos; de padres y madres divorciados de un hogar donde no se dialoga, comprende, ama...
· Un sistema educativo que no responde a sus inquietudes ni llena sus expectativas.
· Un estado que no proporciona estabilidad, seguridad e incentivo para el futuro; con salarios bajos, sin posibilidad para ejercer su profesión u oficio.
· Un adormecimiento por la propaganda de los medios de comunicación que lo alienan con imposiciones culturales y con el progmatismo, generando así nuevos problemas en su moderación psicológica y afectiva.
· Una carencia de entusiasmo y amor por los grandes ideales de vida, de la patria, sus estudios...
· Una sociedad que les propone la riqueza, el poder y el placer como el camino mejor para “Vivir la Vida”
· Un narcotráfico y corrupción descarados. Unas guerrillas crueles.
· La propaganda falaz que promueve la prostitución, el aborto, el alcohol, el consumismo... como productos de la época, del avance y la civilización.
· Una música que aturde, excite y atolondra la mente.
La Juventud tiene derecho a vivir en otra sociedad donde:
La Familia: juegue su verdadero papel y en ella se ame, se corrija, se dialogue. Se aprendan los verdaderos valores. Donde haya un lugar de encuentro, de búsqueda, de soluciones, no de conflictos, donde vivir en armonía, con fidelidad, amor, tolerancia y comprensión.
El Estado: asuma su rol y ofrezca una educación basada en los derechos que señala el código de protección al niño; niña y adolescente que dice: “Todos los niños(as) y adolescentes, tienen derecho a la educación, encaminada al sano desarrollo de su persona, a fin de que puedan prepararse para ejercer plenamente sus derechos ciudadanos y por eso deben tener: Igualdad, Enseñanza Primaria, Acceso gratuito a Escuelas Públicas.”
Además el estado debe dar a la juventud oportunidades para que se pueda realizar profesionalmente. Se debe crear un clima en el cual la juventud pueda adquirir un sentido crítico de la vida en la práctica de la justicia, la democracia, la paz, la igualdad social y vivir teniendo la seguridad personal sin violencia, ni drogas, ni prostitución.....
La Sociedad: que esta dé a los jóvenes la oportunidad de ser hombres y mujeres responsables, creativos, participativos, activos en las estructuras culturales, políticas, educativas, familiares para ser así protagonistas de su propio presente y futuro ejerciendo sus derechos y deberes.
En fin, los jóvenes de hoy tienen derecho a una sociedad en la que puedan realmente vivir y desarrollarse con dignidad como lo que son: Hijos e Hijas de Dios.
Deberes de La Juventud
Para que los jóvenes se realicen como personas en todos los niveles, tienen que crecer y desarrollarse, no estancarse. Son diversas las áreas en las que, como personas, tienen que crecer para lograr un desarrollo integral y armónico. Entre estas están:
Area de Madurez Humana: Es decir, tener capacidad para adaptar su propia vida; lo que es, lo que tienes. Saberse y sentirse digno del lugar y las personas con que le ha tocado convivir. Así como poder tener relaciones con los demás, armónicas, amables, corteses. De iniciar una búsqueda sincera de la verdad, la libertad y el gusto por los valores auténticos. Ir creando un juicio critico frente a los acontecimientos, con equilibrio e imparcialidad. Lograr tener un espíritu de diálogo de comprensión, compromiso, que lo lleve a asumir responsabilidades familiares, sociales, políticas y trabajar por la paz y la justicia. Sentir la necesidad de prepararse, intelectual y espiritualmente; detener el deseo de superarse, de ser alguien y no algo. Apreciar y valorar su patria y todo lo que ella es y tiene.
Area Intelectual; en la que se tiene deber de: Aprovechar las oportunidades que le brinda la familia o el estado para estudiar y tomar sus estudios con responsabilidad perseverancia y amor. Proponerse lograr una profesión u oficio que ofrezca beneficio para sí mismos, la familia y el estado. Ser también agentes multiplicadores de sus conocimientos para que otros(as) aprendan, se capaciten y sean útiles. Tener interés de seguir siempre perfeccionando sus estudios y capacitándose día a día; recordando que siempre es posible aprender algo, no importa la edad.
Qué hermosa es esa primavera de la vida! Los días de la juventud. Un tiempo de aprendizaje acelerado, de ilusiones y desilusiones, de éxitos y fracasos. Es la etapa de las mayores decisiones de su existencia.Pero el joven de nuestros días, más que nunca, se enfrenta a duros problemas que llegan a sacudir los fundamentos éticos, morales, sociales y religiosos heredados y hasta su propia ersonalidad. Querido joven: Quizás encuentres en este tema la orientación que anhelas. Hay cosas que te preocupan y... ¡tú mereces una respuesta!